ALAS, LEOPOLDO (CLARÍN). LA REGENTA (CASTALIA)

Alas, Leopoldo (Clarín). La Regenta (Castalia)

La Regenta (1884, 1885)

Cover of "La Regenta (Penguin Classics)"

Cover of La Regenta (Penguin Classics)

 Leopoldo Alas, “Clarín”

Personajes

Fermín De Pas, Magistral y provisor

Víctor Quintanar

Ana Ozores

Don Álvaro Mesía

Los marqueses de Vegallana, y Paco , su hijo

Obdulia Fandiño, la viuda

Visitación

Don Santos Barinaga

Doña Paula

Teresina

Petra

Tomás Crespo, Frígilis

I.

Se presenta el pueblo de Vetusta, mirado por el Magistral, Fermín De Pas, Provisor, desde el campanario de la catedral.  Se introduce a Saturnio Bermúdez, el arqueólogo e historiador del pueblo.   También se presenta brevemente a la Regenta, Ana Ozores, casado con Víctor Quintanar, viejo, ex -regente de Vetusta.  Se introduce también a Obdulia Fandiño, viuda con una larga lista de amantes, liberada, “un escándalo andando” (58).  Obdulia y Saturnio están en la catedral para enseñársela a otra pareja.  Obdulia hace como si le interesara Saturnio, y hasta le coge la mano.  Saturnio se ilusiona solo para ser defraudado al poco tiempo.  El Magistral tiene gran disgusto por Obdulia.

II.

Se presentan dos miembros del clero, Cayetano Ripamilán (el Arcipreste) y Restituto Moruelo, Gloucester (el Arcediano). Ripamilán es el confesor de la Regenta, pero quiere pasársela al Magistral. Moruelo es enemigo escondido del Magistral.

III.

Se habla de Ana y de cómo es muy solitaria y misteriosa, no tiene amigas cercanas, pero sin embargo, es el símbolo de la castidad femenina en Vetusta.  En el momento Ana tiene 27 años y se cuenta su historia.  No conoció a su madre, era hija ilegítima de una costurera italiana y don Carlos Ozores, hombre de familia ilustre en Vetusta.  La habían mandado a la aldea de Loreto a vivir con un aya inglesa-española, doña Camila.  Camila era fría y seca y la juventud de Ana fue triste y solitaria.  Conoció a un niño, Germán y se fueron a mirar las estrellas en una barca, donde se quedaron dormidos.  Camila estaba furiosa y armó escándalo de que Ana, de 4 años y Germán habían tenido relaciones.  Ana fue víctima de murmuraciones en todo el pueblo, cosa que la marcó de por vida y la convirtió en santurrona. Ana ama a su esposo, pero como a un padre.  A víctor le importa más irse de casería con Frígilis que la intimidad que Ana le pide.  Se presentan las ideas acerca del honor que tiene don Víctor.  También se presenta a Álvaro Mesía, don Juan de Vetusta.

IV.

Se aclara el pasado de Ana.  Don Carlos era de familia antigua de Vetusta, y tenía 2 hermanas.  Don Carlos se casó con la madre de Ana, quien murió al dar a luz.  Don Carlos era liberal, ateo y masón, cosa escandalosa para la sociedad de Vetusta y sus hermanas.  Don Carlos quiso dedicarse a sus fines políticos y dejó a Ana con doña Camila, la cual lo persuade a comprar una quita en Loreto, perteneciente a su amante, Iriarte.  Camila estaba enamorada de don Carlos y cuando éste no cayó se desquitaba con Ana.  Ana leía mucho y tuvo experiencias místicas.  Ana vivió un tiempo con su padre, el cual estaba yendo hacia la bancarrota.  Don Carlos es forzado a vender la casa de Vetusta a sus hermanas por un precio ruinoso.

V.

Cuando muere don Carlos, Ana entra en delirio, y las tías, fastidiadas se hacen cargo de ella.  Es acogida en la sociedad de Vetusta por la altura de sus tías y ella se esmera en hacer lo que ellas quieren, encontrarle marido. Frígilis le presenta a Quintanar, pero sus tías la quieren casar con Frutos Redondo, un brasilero.  Ana se casa con Quintanar y viajan por toda España, para regresar como Regentes.

VI.

Se habla del Casino y los hombres que lo frecuentan.  Se introduce a los marqueses Vegallana, Pepe Ronzal- Trabuco, Joaquín Orgaz y se profundiza en el personaje de Álvaro Mesía.

VII.

Hay una peleilla en el Casino y Mesía sale como el más fuerte y respetado.  Mesía le pide a su amigo Paco, hijo del Marques de Vegallana que le ayude con la Regenta.  Le miente y le dice que esta enamorado de veras.  Mesía no cree en la virtud de Ana, en la cual parece creer todo el pueblo.

VIII.

Cuando llegan a la casa de los Marqueses, están allí cocinando Obdulia Y Visitación.  Se introduce a la Marquesa, doña Rufina, la cual acepta toda clase de libertinajes en su casa y es llamada Celestina.  Las dos mujeres habían sido amantes de Mesía y parecían no haberlo podido olvidar, aunque él si.  Obdulia parece tener relaciones amorosas con Paco, quien comía platos de segunda mano de Mesía.    Se meten los cuatro a una habitación vacía y mientras Paco y Obdulia están solos, Mesía y Visita hablan en el balcón.  Mesía le comunica sus planes con Ana, pero la razón que le da a Visita es diferente que la que le da a Paco.  Le dice que es una conquista más.  Aunque Vista es amiga de Ana, le tiene celos y la quiere ver despojada de su honor.  Parece que Visita tiene muchos celos de la atención que le presta Mesía a la Regenta.

IX.

Ana y Petra van al campo.  Ana se queda sola contemplando la naturaleza y el hecho de que no confesó la situación con Don Álvaro al Magistral.  Regresan a la ciudad y se encuentran entre un gentío de trabajadores que salía a pasear.  Se encuentran con Paco y Don Álvaro.  Es imposible para Ana negar que le gusta “el Don Juan de Vetusta.”

X.

Ana se niega a ir al teatro con los marqueses y se queda sola en su casa. Entra al despacho de su marido y se tropeza con su máquinas y trampas, una de las cuales se le pega al brazo y ella y Petra la tienen que romper para librar a Ana.  Ana tiene 27 años y siente que la juventud se le escapa y que su marido no la quiere como a una mujer ni ella a él como a un hombre.  Ana sale al parque y al otro lado de la tapia está Don Álvaro.  Cuando Ana lo nota se escapa y él grita su nombre sin que ella conteste.  Ana sufre una pequeña crisis nerviosa y Quintanar piensa que se está volviendo loca.

XI.

Los enemigos de De Pas hablan sobre él.  Se introduce Don Santos Barinaga, el cual pierde dinero por el Magistral. Don Santos proveía a las iglesias y a los curas, pero el Magistral y su madre, Paula habían impuesto que los curas tenían que comprarlo todo en su tienda La Cruz Roja.   Sus enemigos llaman a De Pas usurero.  El Magistral ve a la Regenta como un diamante sin pulir y está intrigado con ella.  Pasan más de una hora en confesión y los enemigos del Magistral empiezan a calumniar contra él.  El Magistral piensa en su pasado y se introduce su doncella, Teresina. De Pas piensa que ha encontrado un alma gemela en la Regenta.  Le llega una carta de la Regenta y su madre hace que la lea en voz alta y comienza a tener sospechas de la relación de su hijo con Ana.  Doña Paula previene al Magistral de la calumnia.  Se puede ver la dominancia de doña Paula sobre su hijo.

XII.

El Magistral tiene que ir a la casa de los Carraspique, dos de sus hijas eran monjas y su mujer confesaba con De Pas.  Una de las hijas, Rosa, está muy enferma por las malas condiciones del convento de las Salesas.  Parece que al Magistral lo único que le importa es no hacer ningún escándalo.  Les promete a los Carraspique que no es caso para alarmarse.  Se introduce a Fortunato Caimorán, el Obispo, el cual está completamente bajo el poder del Magistral y sobre todo de doña Paula.  Se puede ver la tiranía y crueldad del Magistral hacia los curas de los pueblos.  Se habla de cómo el Magistral utiliza el amor de Olvido de Páez para ganar influencia con su padre.  Sin saber porqué, va a la casa de los marqueses porque sabe que Ana está allá.

XIII.

En la casa de los Vegallana es el cumpleaños de Paco y están todos sus amigos.  Llega Don Álvaro, el que se está volviendo muy amigo de Don Víctor.  Ya las mujeres hablan de posible relación entre Ana y el Magistral, pero callan.  Para Visita se ha vuelto una obsesión ver a Ana desprestigiada por Don Álvaro.  Ana se empieza ver en una lucha entre los dos hombres en la cual el Magistral es un santo y Don Álvaro un diablo.  Paco quiere conquistar a su prima Edelmira, pero todavía no se atreve.  Obdulia se queda atrapada en un columpio en medio de un árbol y Fermín prueba que es mucho más fuerte que Don Álvaro al salvarla.  Después de la cena todos van a ir al Vivero, la quinta de los marqueses, pero De Pas hace que lo lleven a la catedral, donde todos sus enemigos lo ven llegar en coche con la Regenta y empiezan a hablar.

XIV.

Los enemigos del Magistral murmuran.  Fermín se acuerda de su madre y que no le había mandado recado de que cenaría con los marqueses aquel día.  Nota que su madre lo trata como a un niño y no quiere regresar a casa oliendo a alcohol.  Sale como un loco en busca de las carrozas que fueron al Vivero.  No las encuentra, pasa unas horas de la noche en el campo, luego va a espiarlos a la casa del marques antes de regresar a su casa.

Escultura dedicada a La Regenta en Oviedo, Ast...

Escultura dedicada a La Regenta en Oviedo, Asturias. (Photo credit: Wikipedia)

XV.

Doña Paula estaba esperando al Magistral en la casa.  Su madre piensa que está teniendo relaciones amorosas con la Regenta, pero no hablan de eso, ha mandado a buscar a su hijo por toda la ciudad.  Ella siente que su hijo es su propiedad y que todo su trabajo se está viniendo al piso.  Se habla de la historia de Doña Paula.  Había nacido en la pobreza de un pueblo minero, llena de codicia desde niña. Empezó a   ir a la iglesia porque ahí veía el único chance de mejoría.  El cura trató de empezar relaciones con ella y desde ahí lo tuvo como un esclavo.  Queda embarazada de un amigo del cura, Francisco De Pas, que se quiere casar con ella, pero ella tiene otros planes.  Por medio de De Pas Paula le sacó mucho dinero al cura y abrió una taberna, donde hizo mucho dinero.  Paula decreta que su hijo va a ser clérigo, para así ascender socialmente con él.  Paula se vuelve ama de llaves de Caimorán, el Obispo, y pronto el cura no puede vivir sin que ella maneje su casa y sus labores económicas.  Por medio de su madre, Fermín consigue toda la ayuda que necesita del obispo.

De Pas se queda pensativo y sale a su balcón.  Muchas veces había oído a Don Santos llegar borracho y hablar pero nunca había oído lo que decía.  Don Santos se paraba en frente de la Cruz Roja y blasfemaba contra el Magistral y su madre, acusándolos de haberlo llevado a la ruina.

XVI.

Llega el otoño a Vetusta.  Ana empieza a dudar sobre la vida, su matrimonio, su fe, etc.  Visita empieza a espiar al Magistral y quiere más que nada ver a la Regenta deshonrada.  Aunque la Regenta sueña todas las noches con Álvaro, no quiere demostrar nada, aunque su matrimonio es más como una relación de padre e hija.  Ana quiere un bebé.  Para Don Álvaro parece que nunca llega “el cuarto de hora.”  Ana siente la tentación y las ganas de rebelión.  Hay fiestas religiosas, la cuaresma, pero Ana decide ir a ver “don Juan Tenorio” sin pensarlo malo. En el teatro, Ana se identifica con Doña Inés durante el primer acto pero no quiere ver el final por que ya no se ve identificada y se pregunta si ese será su porvenir.  La obra la ha exaltado.  Es el momento en que empieza, en su mente, por lo menos, a aceptar una relación con Don Álvaro.   Don Víctor dice que si su mujer lo deshonra a los dos los mataría con espada “el arma blanca.”  Se puede ver ya la cobardía de Mesía.  Petra oye a Ana llamar a Don Álvaro en sus sueños. El Magistral le escribe y la hace sentirse infiel a él por haber asistido a teatro en día santo.  Ana miente y dice que no puede ir a verlo ese día.

XVII.

El Magistral sabe que Ana le ha mentido y se siente peor porque ella ha sido la causa de su pérdida de autoridad moral, especialmente entre sus enemigos.  De Pas va a ver a Ana y le dice que se pueden encontrar a deshoras y en la casa de doña Petronila.  Ana empieza a pensar que el Magistral se porta más como un hombre que como un cura.  Ana le comunica sus dudas acerca de la vida y De Pas le dice que debe convertirse en beata.  Hablan en el jardín de la casa de Ana y Petra los espía.   Ana ve a De Pas como un salvador espiritual y un hermano mayor.  Al día siguiente Frígilis se encuentra el guante de De Pas en el jardín pero Petra miente y dice que es de Ana.

XVIII.

Ana comenzó a ir a las novenas y otras reuniones religiosas, pero no había querido ir a la casa de doña Petronila. Ana se pone cada vez más triste y con menos ganas de salir de la casa y socializar.  No veía en Víctor una pareja completa y quería rebelarse contra el mundo que se lo había impuesto así. Paco y Visita saben que Ana quiere a Don Álvaro, pero parece que Don Álvaro no se atreve a hacer nada.  Don Álvaro piensa que Ana es totalmente del Magistral.  Por su parte, el Magistral también se siente derrotado.  Ana se siente que ha pecado y llega de rodillas a donde De Pas, quien la obliga a encontrarse donde Petronila.  Ana se decide otra vez a hacerse beata.

XIX.

Ana cae en una fiebre grave, delira.  Víctor la cuida al principio pero empieza a cansarse y le hace falta su vida social y de caza.  Ana recae y aunque Don Álvaro recobra sus esperanzas, se propone a no hacer nada hasta pasado el verano.  Entretanto Da y Quintanar se vuelven muy amigos, Don Álvaro no aguanta a Víctor, pero todo lo hace por Ana.  Ana se mejoraba y aunque no pasaba nada concreto con Mesía, pasaban más  y más tiempo juntos.  No quiso contarle al Magistral.  El Magistral al espía y la siente perdida.  Ana trató de hacerse beata, y aunque lo logró en cuerpo, no en mente.  Volvió a enfermar y hace la resolución de convertirse en beata realmente bajo el Magistral.

XX.

Se habla de Pompeyo Guimarán, el ateo de Vetusta, su auto excomunicación del Casino y su amistad con Don Santos.  Se empezaron a murmurar dos cosas sobre el Magistral 1- que había arruinado a Don Santos y 2- que tenía relaciones con la Regenta.  Se decía que Fermín le disputaba la única presa que se había probado difícil para Mesía.  Por lo pronto Ana es una cristiana devota.  Don Álvaro se siente derrotado por el Magistral y le temía al recordar la prueba de fuerza con el columpio. Mesía decide unirse a los enemigos de De Pas.  Forman una sociedad y deciden invitar a Guimarán a formar parte.  Don Álvaro se creía enamorado de veras de Ana.  De Pas anda ciego de amor por Ana y su madre lo sospecha todo.  Don Álvaro viene a despedirse porque se va a Madrid a pasar el verano y Ana muere de tristeza al saberlo.

XXI.

Llega el verano y ana está muy sola en su casa.  Ana empieza a temer de Petra y Petra a ser grosera con Ana- como si supiera algo.  Ana piensa en la grandeza espiritual del Magistral y siente que le debe mucho.  Ana y él intercambian cartas sin que sepa Paulina gracias a la amistad de Petra y Teresina.  El Magistral siente pasión inigualable por Ana; no le importa nada más.  Los enemigos del Magistral piensan que es amante de Ana.   Ana se vuelve completamente beata y don Víctor y sus amigos se preocupan.  Frígilis se acordaba del guanta y ahora sabía que era del Magistral. Ana trata de convertir a su marido.  Visita llega con la noticia de que Don Álvaro no ha ido a Madrid sino se ha ido detrás de una ministra.    Ana piensa en Don Álvaro y su duda de su fe.  Entretanto el Magistral está como un joven enamorado mientras la Regenta piensa que son hermanos espirituales.  Se vuelven más íntimos y se alude a una relación amorosa entre Fermín y Teresina.

XXII.

Toda Vetusta hablaba mal del Magistral.  Le echan la culpa de que Don Santos esté muriendo en la miseria y el alcoholismo.  Rosa Carraspique muere en el convento y todos lo culpan.  El poder del Magistral se tambalea, sin embargo Fermín decide entregarse completamente a su pasión.  Ana recobraba su salud.  Las visitas de Don Álvaro eran breves  e infrecuentes.  Quintanar empezó a desairar al  Magistral, por lo cual él y Ana convinieron verse donde Petronila más a menudo.  Sin embargo, los dos se guardaban un secreto; el amor del Magistral por Ana y el de Ana por Don Álvaro.  Aunque Ana quiere creer, siente amor por Don Álvaro.  Don Santos empieza a morir, Guimarán se encarga de cuidarlo mientras que su familia le suplica que se confiese para no ser enterrado en el cementerio de los excomulgados.  Don Santos muere sin recibir a Dios y los enemigos del Magistral organizan una manifestación. Se culpa al Magistral.

XXIII.

Llega la Navidad.  Ana quiere un niño, se siente sola y teme volverse loca. Todos piensan que  Don Álvaro Y el Magistral son rivales.  Ana le promete al Magistral hasta la vida.

XXIV.

Víctor habla con los marqueses y demás amigos de que Ana se ha vuelto beata.  Todos están escandalizados.  Don Víctor promete traer a la Regenta al baile del casino en Carnaval.  La asistencia de la Regenta se ve como una rebelión contra el Magistral.  En el baile Visita le dice a Ana que Don Álvaro se había  burlado de la ministra por otro amor.  Ana le comunica se amor a Don Álvaro con los ojos y se desmaya en sus brazos mientras bailan.  Ana siente rota su virtud en ese momento.

XXV.

Todos hablaban de lo sucedido en el baile.  De Pas se indigna porque ahora se figura como el esposo real de Ana. Llama a Ana y demuestra celos.  Ana descubre el amor de Fermín hacia ella y siente asco de haberle abierto el corazón.  Ana siente compasión por el Magistral y gratitud por ayudarla en su vida espiritual.  Sin embargo pensaba que Mesía era más noble porque declaraba su amor sin esconderse detrás de la religión.  Ana decide guardar su honra y no quiere ser de ninguno de los dos.  Luego Ana se arrepiente de haber abandonado al Magistral como lo habían hecho todos.  Ana promete caminar descalza en la procesión de Semana Santa.

XXVI.

Guimarán está enfermo desde el entierro de don Santos y va a morir.  No quiere confesar sino con el Magistral.  Es considerado una gran victoria para Fermín, pero cuando lo mandan llamar también le llega una carta de Ana prometiendo devoción firme. En vez de acudir al enfermo va a donde Ana y habla con ella por 2 horas antes de ir a la casa de Guimarán quien confiesa antes de morir.  El Provisor vuelve a ganar el amor de los vetustenses.   Víctor y sus amigos están escandalizados porque Ana ha decidido marchar vestida de nazarena y descalza en la procesión de Semana Santa.  Quintanar piensa que se ha vuelto loca.  Cuando llega la hora Ana no siento devoción sino humillación.  Para todos es una victoria del Magistral, menos para Mesía; sabía que el Magistral no había tocado a la Regenta. Muchos ven el espectáculo como prostitución.

XXVII.

Ana se ha alejado del Magistral y trata de encontrar una vida sana sin pensar en el misticismo, gracias al Dr. Benítez.  Ana se siente como otra persona y le escribe cartas cortas al Magistral. Ana y Víctor se trasladan al Vivero por la salud de Ana que mejora con su alegría e independencia del Magistral y la frecuencia de las vistitas de Don Álvaro.  Ana siente paz y esperanzas.  De Pas, por su parte no estaba tranquilo un minuto y sentía que Ana le engañaba de nuevo.  El marques invita a De Pas a pasar las fiestas católicas en el Vivero y De Pas acude por ver a Ana.  Llega tarde y Petra ofrece llevarlo a la iglesia.  Paran en un rancho y tienen relaciones.  Ana y los jóvenes salen a jugar al bosque cuando reviente una tormenta.  Como un loco, De Pas sale a buscar a Ana y obliga a Don Víctor a hacer lo mismo.  Parece un hombre con celos.

XXVIII.

Salen en busca de Ana, pero no la encuentran; los jóvenes ya había regresado a la casa.  Encuentra Víctor la liga de Petra en la choza.  El Magistral, avergonzado y empapado regresa a Vetusta.  Todos pensaron que era un atrevimiento y Ana decidió huir de Fermín por su honor.  A Ana, entre más le repugnaba el Magistral, más le agradaba Mesía. Mientras tanto, Víctor le cuenta a Don Álvaro que trató de seducir a Petra, no pudo y ahora le temía.  Ana y Don Álvaro tienen su primer encuentro esa noche en el Vivero.

XXIX.

Llega otra navidad y Don Álvaro la pasa con Ana y Víctor.  Víctor le cuenta  a Don Álvaro que Petra los quiere comprometer y que trata mal a Ana.  Mesía dice que descuide, que él hablará con Petra y le dará mejor trabajo en su fonda.  Don Álvaro le cuenta a Ana lo que habló con Víctor, pero le dice lo de la seducción más como un hecho que como el intento que fue.  La Regenta se siente mejor porque pensaba que el mal trato de Petra era porque ella sabía algo del amor de Ana y Mesía.  Ana siente asco al haber sacrificado su juventud a Quintanar.  Ana se sentía feliz por primera vez en su vida y le hacía prometer a Don Álvaro que era para siempre.  Mesía había conseguido acceso a la casa de los Ozores por medio de Petra, a la cual había seducido.  La que más sabe y tiene poder de derrumbarlo todo es Petra.  Se sentía engañada por el Magistral y por Don Álvaro.  Quería tomar el lugar de Teresina para luego casarse bien, como lo hacían todas las criadas de doña Paula.    Don Álvaro entraba en la alcoba de la Regenta por las noches por el balcón mientras Petra vigilaba.  Petra va a la casa del Magistral a decir que la han despedido y que ha visto a Don Álvaro meterse por el balcón de la Regenta.  El Magistral se siente como un marido traicionado y él y Petra planean su venganza.  Petra le adelanta la alarma a Víctor, el cual descubre a Don Álvaro saliendo de la habitación de su mujer.  Le apunta con su escopeta, pero no le mata.  Se va de cacería con Frígilis, le cuenta y le dice que quiere matar a Don Álvaro.

XXX.

Sin embargo, Frígilis le hace prometer que no hará nada sin pensarlo bien.  Esa noche Frígilis va a ver a Don Álvaro y le pide que huya.  El Magistral está en la casa esperando a Víctor. Le envenena la cabeza y Quintanar se decide matar a Don Álvaro.   Don Víctor reta a Don Álvaro a duelo con espadas.  Nos se consiguen espadas y duelan a pistolas.  Don Álvaro, aunque completamente acobardado hiere de muerte a Quintanar, quien no dura más de unas horas.  Don Álvaro huye a Madrid y le escribe a Ana para preguntar si debería volver para estar juntos.  Ana lo desprecia y lo ve mezquino. La sociedad de Vetusta aísla a Ana  y se queda sola y pobre, la vuelven a llamar “la hija de la modista”.  Frígilis se pasa a vivir al caserón con ella para cuidarla.  Ana va a buscar al Magistral el día de confesión, cuando quedan solos, él no dice nada y se va.  Ella cae al piso inconsciente, es encontrada por Celedonio, quien la besa en la boca, mientras ella piensa que la besa un sapo.

Go Back to Other Stuff

Go Back to Spanish Articles, Papers and Book Summaries