La novela de la dictadura

Laura Sesana

La novela de la dictadura

I.  Introducción

Para este trabajo me apoyaré sobre todo en el libro de Juan Carlos García, “El dictador en la novela hispanoamericana.”

A. Definición

La palabra “dictador” viene del Latín y fue utilizada por los griegos y romanos en dos campos.  En el campo de Ciencias Políticas, el dictador es “quien da ordenes,” por otro lado, en el campo de la Creación Literaria el dictador es un recitador o el que crea, (García).  Tras haber examinado una gran cantidad de obras, García califica a la figura del dictador como “tal vez el más histórico de todos los personajes que deambulan por la literatura hispanoamericana,” (p. 27).  Apoya esta aserción especulando que esto es por que el dictador es el personaje histórico que mas se aleja de la realidad.  Esto se puede ver un poco en el discurso de aceptación del premio Nóbel de Literaria de 1982 de Gabriel García Márquez,  “La soledad de América Latina.”  En su discurso, Márquez glosa acciones de ciertos dictadores que parecen sacados de la ficción, pero que son realidad,

El general Antonio López de Santana, que fue tres veces dictador de

México, hizo enterrar con funerales magníficos la pierna derecha

que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles.  El General

Gabriel García Moreno gobernó al Ecuador 16 años como un monarca

absoluto y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su

coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial.

El general Maximiliano Hernández Martínez,  el déspota teósforo de El

Salvador que hizo exterminar en una matanza b’arbara a treinta mil

campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos

estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público

para combatir una epidemia de escarlatina.  El monumento al general

Francisco Morazán, erguido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad

una estatua del mariscal Ney comprada en París en un depósito de

esculturas usadas, (García Márquez).

También Alfredo Iriarte en “Bestiario Tropical. crónicas de dictadores,” muestra las vidas de siete dictadores latinoamericanos, que aunque suenan completamente ficticias son completamente reales.

Para Juan Carlos García, todo dictador que aparece dentro de la literatura hispanoamericana cumple las dos funciones clásicas, es aquel que da ordenes y también el que crea, es decir, el dictador es como un dios.

B.  Dictadores hispanoamericanos

1. Juan Manuel Rosas (Argentina, 1832-1851)

2. Gaspar Rodríguez de Francia  (Paraguay, 1814-1840)

3.  Cipriano Castro (Venezuela, 1899- 1908)

4.  Juan Vicente Gómez (Venezuela, 1908- 1935)

5.  Gabriel García Moreno (Ecuador, 1861-65, 1869-75)

6.  Fulgencio Batista (Cuba,  1933- 1944 , 1952-1959)

7.  Gerardo Machado (Cuba , 1925-1933)

8.  Manuel Estrada Cabrera (Guatemala, 1898-1920)

9.  Antonio Guzmán Blanco (Venezuela, 1970- 1888)

10.  Porfirio Díaz (México 1876-1911)

II.   Obras precursoras y estilos no-novelísticos

Antes de que apareciera el género de la novela, en Latinoamérica surgen muchas otras corrientes literarias donde aparece el dictador.  Incluso cuando ya ha aparecido la novela, los otros géneros continúan tratando el tema.  Hay incontables obras literarias que tratan el tema del dictador.  A continuación discutiré algunas obras muy importantes, pero definitivamente no las únicas que tratan el tema de la dictadura.

A.  Poesía: “La Araucana,”  Alonso de Ercilla y Zúñiga

Aunque el tema central de este poema épico no sea la dictadura y no haya una dictadura explícita como la conocemos hoy, en el texto existen varias referencias al abuso del poder y el poder concentrado en pocas manos tanto en el campo español como en el araucano.  Caupolicán puede ser visto como el personaje que gana el poder por fuerza bruta y que aún después de muerto inspira miedo en sus enemigos, ambas características importantes del dictador posterior.  La brutalidad de otros caciques indígenas también puede compararse con lo que se verá siglos más tarde.  Por otro lado, Valdivia y otros generales españoles exponen la codicia y ganas de enriquecerse que puede verse en otras figuras literarias asociadas con el dictador.

Muchos otros poetas posteriores han tratado el tema de la dictadura de una forma u otra, entre ellos Sor Juana Inés de la Cruz, José Joaquín de Olmedo, José Mármol (autor de “Amalia,”), Juan Cruz Varela, José Martí (“Versos libres”), Rubén Darío, César Vallejo, Nicolás Guillén, Pablo Neruda, Mario Benedetti y Ernesto Cardenal.

B.  Ensayo: “Facundo,” (1845) Domingo Faustino Sarmiento

Para muchos críticos, “Facundo. Civilización y barbarie.  Vida de Juan Facundo Quiroga” es uno de los ensayos más importantes de la literatura latinoamericana.  Coincidiendo con esto, García también lo ubica en lugar de singular importancia en la formación de la figura literaria del dictador.  Sin embargo, también nota los ensayos de José Martí, José Rafael Pncaterra, Rufino Blanco-Fombona, Juan Marinelo, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, y Volovia Teitelboim.

“Facundo” es un ensayo que habla sobre la dictadura de Juan Manuel Rosas en Argentina y es tomado por muchos como un estudio sobre los orígenes del caudillismo en Latinoamérica.  Su autor, Domingo Sarmiento, que luego llegó a la presidencia de Argentina, expone la tesis que el hombre es producto de la naturaleza y el ambiente que lo rodea, caracterizando a los unitarios, hombres de ciudad como civilizados y liberales y a los federales, gauchos de la pampa argentina, como bárbaros.  El triunfo de Rosas es para Sarmiento el triunfo de la barbarie sobre la civilización.  Rosas es un poder que ha penetrado todos los aspectos de la vida Argentina y ha sistematizado la barbarie que en Facundo Quiroga era un mero instinto, (García, p.  73-75).  En “Facundo,” Sarmiento muestra en Rosas características que más tarde se repetirán dentro de la novela de la dictadura.

C.  Cuento: “Los funerales de la Mamá Grande,” Gabriel García Márquez

El cuento es un caso interesante en Latinoamérica, puesto que existía en forma oral desde los tiempos pre-colombinos.  Algunos salvados y escritos aluden a una figura dictatorial, donde el personaje en el cual se concentra el poder es visto negativamente, (García, p. 60).  El cuento hispanoamericano llega a adquirir las características que tiene hoy después de que las repúblicas hispanoamericanas se hacen independientes.  Aquí se destacan Olegario Lazo con “Cuentos Militares” (1922), Juan Bosch con “Camino Real” (1933),  Juan Rulfo con “El llano en llamas: (1955) y Antonio Roa Bastos con “El trueno entre las hojas” (1953), (García, p. 61-62).  García destaca tres cuentos importantes en que se refiere a una persona bajo la cual se concentra todo el poder.  “El Matadero” de Esteban Echeverría (el cual se discutirá junto con “Amalia” por su estrecha relación), “Las fieras del Trópico” de Rafael Arévalo Martínez y “Los funerales de la Mamá Grande” de Gabriel García Márquez.

“Los funerales de la Mamá Grande” habla, como indica su titulo, de los funerales de una matriarca costeña.  Era una mujer con tanto poder que asisten a su entierro los personajes más celebres del país y el mundo entero.  Su poder radica en la posesión de baúles y baúles llenos de cédulas de ciudadanía.  Al poseer estas cédulas, la Mamá Grande era la dueña del poder político, económico e incluso cultural del territorio.  En la Mamá Grande se ven muchas de las características del dictador de la literatura y su hegemonía se acerca a la dictadura. La Mamá Grande posee el carácter suficientemente fuerte para vencer a la naturaleza y los obstáculos a su alrededor.  Ella también concentra el poder en sus manos y tiene poder total sobre las vidas de sus ”súbditos.”  Cuando muere la Mamá Grande es casi imposible de creer para la gente y su imagen continúa inspirando el terror después de muerta.  La muerte de la Mamá Grande simboliza la muerte de la vida como la conoce la gente que vivió bajo su poder.  Aquí la Mamá Grande muestra los rasgos subrayados por García de tener el poder de ordenar y crear el universo, (p. 63-64).

III.  La novela de la dictadura

Juan Carlos García encuentra una semejanza sobresaliente en las cuatro concepciones estéticas de la novela de la dictadura que se discutirán a continuación.  Esta semejanza es que todas caracterizan a la figura de dictador como “ordenador de mundo y creador permanente de situaciones nuevas,” (García, p. 33).

A.  El Romanticismo

1. Características

La etapa entre los años 1800 y 1830, la etapa denominada Romanticismo es la misma en la que la mayoría de los países hispanoamericanos logran su independencia.  Según García, los escritores románticos tenían una concepción del mundo como compuesto de oposiciones irreconciliables (amor vs. odio, lo nacional vs. lo extranjero, etc).  El escritor romántico ve al hombre luchando contra una naturaleza casi imposible de dominar y que a veces termina dominándolo o por lo menos teniendo alguna fuerte influencia sobre su carácter.

En las dos obras románticas analizadas el dictador triunfa contra el héroe y refleja la visión pesimista de los autores románticos ante la derrota del dictador.

2. La figura del dictador

La figura del dictador en la novela del Romanticismo, aunque un personaje en una obra ficticia, tiene fuertes raíces en la realidad histórica.  En el mayor de los casos se amolda a un dictador real y a un país o territorio específico.  Mucha de la literatura de este tiempo se centra en Argentina y su dictador, Juan Manuel Rosas.

Para García, una de las características más sobresalientes del dictador del Romanticismo es su habilidad política, (p. 80).  El dictador vive en función de su plan político.  Para Rosas, como se puede ver en las dos obras discutidas más tarde, su plan era el de mantener y expandir su dominio sobre toda Argentina.  En la novela del Romanticismo Rosas es caracterizado como un dictador audaz, frío y calculador, el cual perseguía a sus enemigos y opositores con determinación bárbara.  Es un líder increíblemente cruel que no ve más allá de su poder y el deseo de conseguir más.  La oposición es prohibida y severamente castigada y el dictador entra en todos los aspectos de la vida cotidiana

3. Otros personajes 

1.  Poder legal:   El Juez (“El Matadero”)

El Juez es el vehículo del poder legal del dictador.  El Juez es el responsable de que se tengan en cuenta las leyes impuestas por la dictadura.  Es igual de cruel al dictador, y se esconde tras la legalidad para justificar sus crímenes.    También es el que se asegura de que el poder del dictador esté presente en todas partes del país y las vidas de sus súbditos.  Aunque esta personaje parezca tener cierta independencia de su jefe, es completamente subordinado a él.  Es un personaje que se encuentra reflejado en Miguel Cara de Ángel en “El Señor Presidente,” y Patricio Aragonés en “El otoño del patriarca.”

2. El brazo criminal: Matasiete

Matasiete, el carnicero de “El matadero,” es  el representante del elemento criminal de la dictadura.  Mediante su brazo criminal, y muchas veces no- oficial, el dictador elimina efectivamente toda oposición.  Matasiete es cruel y realiza la matanza sin remordimientos, pues es carnicero tanto de toros como de hombres. Aunque el vínculo no sea siempre oficial, las acciones de Matasiete y otros elementos criminales en otras obras son una extensión de las acciones del dictador.  La figura de Matasiete se encuentra prolíficamente en la literatura posterior, como por ejemplo José Parrales Sonriente en “El Señor Presidente.”

3.  El personaje heroico

El héroe tanto en “El matadero” como en “Amalia” es el unitario.  El unitario de la novela romántica representa la civilización que lucha contra la barbarie.     Es un personaje que se encuentra luchando solo contra un mundo opuesto a él, encarnado en el dictador y su régimen.  Sin embargo, el unitario prefiere morir que aceptar los principios de sus enemigos y rechazar los suyos.  En las novelas posteriores se puede un variante de este personaje en Miguel Cara de Ángel en “El señor presidente” y Rodrigo de Aguilar en “EOP.”

4. Técnicas narrativas

En la novela de la dictadura del romanticismo es importante notar la mezcla de la fantasía y la realidad que le da el carácter de novela histórica.  A través del uso de los nombres, las fechas y los datos históricos el autor hace que el tiempo narrativo coincida con el tiempo histórico.

El objetivo de los escritores de la novela de la dictadura en el Romanticismo era la denuncia tanto nacional como internacional de la dictadura en sus países. Los escritores románticos caracterizan la situación política de su país como un régimen de terror generalizado y profundo. García destaca dos métodos utilizados por la dictadura para imponer el terror.  Uno es el uso de leyes que no están hecha para proteger al pueblo, sino que para justificar el régimen.  El segundo es el uso de un grupo ilegal de intimidación que se deshace de toda oposición al régimen.  En Argentina este grupo es “La Mashorca.”

El uso de la legalidad para justificar y avanzar sus intereses y el de una policía secreta para intimidar y asesinar a los enemigos  son dos tópicos tratados en la literatura posterior.  En la novela del Costumbrismo regionalista el aspirante a dictador justifica su rebelión y toma de poder en la crisis social de su país.  Después de tomar el poder, el tirano solo hace uso de las leyes que justifiquen su régimen, mientras se deshace de la leyes que van contra él tachándolas de  incompetentes con el nuevo régimen y la nueva sociedad que dice tratar de crear.  Así, el dictador del Costumbrismo Regionalista es tanto subversivo como conservador, (García, p. 95).

Por otro lado, el dictador de la Novela Moderna, en cambio, es conservador.  El dictador se basa en leyes que puede manipular y cambiar a su antojo para mantener su poder y defenderse ante sus enemigos políticos, como puede ser visto en “ESP.”  En la Novela Contemporánea el dictador continúa utilizando las leyes existentes en sus peores y mas arbitrarias facetas e interpretaciones para defenderse a sí mismo o a su régimen contra sus enemigos tanto nacionales como internacionales.  Así el dictador empieza a representar al régimen y al país, y todo enemigo del dictador se convierte en enemigo de la patria, (García 96-97).

La figura de la policía secreta varía mucho en las novelas del dictador.  Son la Mashorca en la novela del Romanticismo, pero también pueden ser educados o no, entrenados o no, oficiales o secretos, asalariados o parte de la policía nacional.

5.  “El Matadero,” Esteban Echeverría

“El Matadero”  se basa en la realidad de la dictadura de Juan Manuel Rosas en Argentina de 1832 a 1851.  Es un cuento sobre la lucha entre los federales, de parte de Rosas, y los unitarios, representados por el joven héroe.  La acción toma lugar en el matadero de Buenos Aires después de una inundación y escasez  de carne en la ciudad.  Un joven unitario es brutalmente asesinado por Matasiete, apoyado por los pobres que rondan el matadero buscando comida, el Juez y la iglesia.

Demostrando las características del Romanticismo, “El matadero” divide el mundo en fuerzas opuestas: federales vs. unitarios, la barbarie de la dictadura representada por Matasiete, el juez y el los pobres vs. la civilización y heroísmo de los unitarios representada por el joven asesinado.

Aunque el personaje de Rosas no se ve directamente en “El matadero,” según García, el Restaurador es el personaje que domina la acción en el relato.  Rosas no permite voces opositoras y sus enemigos son perseguidos fuertemente.  El dictador se puede ver como un pequeño dios, el cual tiene control completo sobre la vida de sus súbditos y es el responsable de todas las cosas que suceden en su país.  La miseria bajo la cual se ve Buenos Aires, el hambre de la gente y la muerte tanto del niño como del unitario son atribuidas al dictador.  Para García, el dictador “Ordena la vida de los otros y crea la muerte de quienes se interponen en su camino,” (p. 91).

6.   “Amalia,”  José Mármol

“Amalia” es una novela estrechamente relacionada con “El matadero” porque trata el gobierno de Rosas en Argentina y expone la misma visión que Echeverría.  Es la historia de una pareja de enamorados que no pueden estar juntos dadas las divisiones políticas de Argentina.

B.  El Costumbrismo Regionalista

1. Características:

García define el costumbrismo Regionalista como una combinación entre el realismo y el naturalismo.  Describe en su belleza y en su horror la realidad de la naturaleza y sociedad hispanoamericana.  No idealiza a las personas o situaciones como lo hace en Romanticismo.  El dictador y el resto de los personajes son arrojados dentro de una situación, conducidos por situaciones aparentemente incontrolables.  Hay una diferencia importante con el Romanticismo en que en el Romanticismo la negatividad de la situación es producto de la personalidad del dictador y en el Costumbrismo Regionalista esta negatividad es producto de las circunstancias.

2. La figura del dictador

El costumbrismo Regionalista muestra la figura de del caudillo de dos formas, una seria y una lúdica.  El dictador de esta novela es casi siempre una persona la cual esconde el hambre de poder bajo el servicio social.. Es casi siempre de origen pobre, nacido en un lugar remoto y rural del país que ha escalado la escala social y política desde su punto más bajo por medio del engaño y la manipulación.

Aquí el dictador es más como un caudillo que solo rige una región o ciudad y tiene sueños de controlar toda la nación.  La vida de este caudillo depende de la ley de matar o ser matado.  Muchas obras tratan este aspecto del caudillo en segundo plano, como por ejemplo “Doña Bárbara” de Rómulo Gallegos y “Los de abajo” de Mariano Azuela.  Las únicas obras que tratan al caudillo en primer plano tienen lugar en la ciudad, (García, p. 107-110).   El caudillo de ciudad es un hombre burgués y moderno que promete cambiar la sociedad pero cuando llega al poder no cambia nada y rige el país como su propiedad privada.  Sin embargo, al final de todo, el caudillo de cuidad siempre fracasa.

A.  El caudillo lúdico

En la novela del Costumbrismo Regionalista aparece por primera vez una visión cómica del dictador.  Las dos novelas discutidas muestran a un caudillo que pierde el poder a través de acciones ridículas y cómicas.  Esto marca un gran cambio porque hasta el momento la figura del dictador había sido serias y dramáticas.  Aquí, en cambio, el personaje resulta ser picaresco y ciertos casos patético.  El caudillo del Costumbrismo Regionalista es superficial, simple y estrambótico.

1. “El Conspirador,”  Mercedes Cabello de Carbonera

2.  “Seudonio Pimienta,”  Gustavo Adolfo Navarro

Tanto Seodonio Pimienta como Jorge Bello en “El Conspirador” son personajes picarescos.  Aquí el personaje se sirve de la mentira, el engaño y la trampa para escalar políticamente, engañar al pueblo y las clases bajas y enriquecerse fácil y rápidamente.  Es muy parecido al personaje de Onofre Bouvilla en “La ciudad de los prodigios” de Eduardo Mendoza.  Aquí el dictador ha sido el responsable de su propia caída y  es un líder frustrado.

B. El caudillo serio:  “la sombra del caudillo” (1929) Martín Luis Gusmán

Para García esta novela es la más importante producida por el Costumbrismo Regionalista sobre el dictador y el caudillo de ciudad.  Como lo dice el título, la sombra del caudillo es su poder sobre la vida y muerte de sus súbditos y enemigos.  Sus ordenes deben cumplirse sin importar el precio que paguen sus seguidores y enemigos.  El caudillo se inventa levantamientos ficticios para poder deshacerse de sus opositores.

3. Otros personajes 

La sombra del caudillo aquí es su doble, su ministro de Guerra, Ignacio Aguirre.  Aguirre aspira a remplazar a su jefe mientras le asegura que no tiene ninguna intención de hacerlo al caudillo.

4. Técnicas narrativas

Aquí se ve reflejada la técnica del Romanticismo de la visión del mundo como una división entre fuerzas opuestas.  Sin embargo, aquí los opositores más importantes del caudillo son miembros de su propio partido político.  Aquí el caudillo no logra triunfar no entiende el mundo a su alrededor y se sobre estima a sí mismo (García, p. 119-121).

Los escritores de este periodo incorporan las realidades nacionales, especialmente la de la desaparición sistemática de miles de personas en Hispanoamérica bajo regimenes opresivos.     Sin embargo, la figura del dictador tiene lazos mucho menos estrechos con la realidad que el dictador del Romanticismo.  Según García, este distanciamiento entre la ficción y la realidad dramatiza al personaje, (p. 130).

 C.  La Novela Moderna

1. Características:

En la Novela Moderna hay un énfasis sobre el lenguaje, la forma y la descripción.  Sin embargo, al mostrar la belleza no evade el mostrar lo grotesco, como la muerte del Pelele en “ESP.”  La nueva técnica del narrador omnisciente permite mostrar al dictador por medio de los extremos, en todo el horror de su crueldad pero también en momentos humanizantes.

2. La figura del dictador

A diferencia del dictador del Costumbrismo Regionalista, el dictador del Modernismo es serio, sin embargo las novelas no carecen de humor.  No es el personaje patético sino frío y calculador.  El dictador moderno, como el romántico, está preocupado por expandir y mantener su poder, pero mientras el dictador romántico cuenta con el apoyo de ciertas partes del pueblo, el dictador moderno carece del apoyo popular.

El dictador también ocupa por primera vez una posición central en la novela.  Todos los personajes dependen de él y están estrechamente ligados a él.  A diferencia del caudillo del Costumbrismo Regionalista, el cual solo tiene control sobre parte del territorio o si llega al poder es siempre inseguro, el dictador moderno tienen control total del país y sus súbditos.

Mientras que en el Romanticismo el dictador es un reflejo de dictadores reales, en especial Juan Manuel Rosas y el dictador de la novela Costumbrista no tiene ningún modelo histórico específico, el dictador moderno es, según García “una síntesis poética: una confluencia de datos de la realidad de muchos dictadores…, y de juegos de la imaginación de la gente y de los pueblos,”  (p.  137).  En el dictador moderno se mezclan aspectos del Romanticismo y del Costumbrismo Regionalista para dar nacimiento a un personaje nuevo en la literatura del dictador.

Aquí el dictador se deshace de su oposición como lo hace el dictador romántico, pero mientras el dictador romántico se apoya en las leyes para alejarse de la situación, el dictador moderno quiere aniquilar toda oposición, así tenga que involucrarse personalmente.  Esto muestra una característica sobresaliente del dictador moderno: la criminalidad.  El dictador tiene su policía secreta y un grupo de politiqueros corruptos, donde la tortura y el chantaje son prevalentes.  El dictador es hipócrita y usa la mentira, el engaño y la falsa modestia para lograr sus fines.

3. Otros personajes

El Auditor de Guerra como el moderno Juez de “El matadero,” pues trata de justificar con leyes los horrores cometidos por la dictadura.

4. Técnicas narrativas

Aquí el dictador es el personaje principal de la obra.  La novela de la dictadura Moderna se caracteriza porque aunque tenga ciertas raíces en la realidad, se aleja de esto al contrario del Romanticismo.  El símbolo dictatorial aquí es mucho mas importante que el personaje histórico (García, p. 135).  No se puede ubicar en un lugar geográfico o un tiempo histórico especifico, sino que  hay un efecto generalizador de Hispanoamérica a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

La técnica del narrador omnisciente permite una diversidad de espacios y de tiempos (García, p. 136).  Esta técnica le da al lector una sensación de dominio completo de los hechos puesto que hay muchos narradores y los espacios y tiempos se superponen y el narrador se permite penetrar la conciencia de los personajes, (García p. 138-139).   El dictador del Modernismo tiene un trasfondo histórico puesto que se apoya en datos históricos, y utiliza rasgos físicos, geográficos, culturales, etc. para construir un personaje.   El narrador omnisciente también le da nuevas dimensiones al dictador, humanizándolo  a través del humor y sus relacione humanas y volviéndolo más real.

Mientras que en el Romanticismo el narrador en primera y tercera persona tienen carácter de denuncia y el narrador en el Costumbrismo Regionalista está más preocupado por la creación literaria que la denuncia política, el narrador moderno es una síntesis de los dos, (García 142-143).  La novela romántica cuenta con un trasfondo histórico al mismo tiempo que es conciente de ser una obra de ficción.

5.  “El señor presidente”(1946) Miguel Ángel Asturias

Según García, “El señor presidente” “es, en sentido estricto, la primera obra sobre el dictador escrita por un hispanoamericano,” (p.  154).  En “El señor presidente” García distingue dos niveles de terror: el general y el individual.  El terror a nivel nacional tiene como fin la permanencia del dictador en el poder.  El terror a nivel individual tiene como fin la obediencia y lealtad de aquellos cercanos al dictador, como en el caso del General Canales y Abel Carvajal.

6.  “Tirano Banderas” (1926) Ramón del Valle- Inclán 

D.  La Novela Contemporánea

1. Características

La novela contemporánea de la dictadura continúa desarrollando la técnica del narrador omnisciente que permite que el narrador examine los diversos niveles de la conciencia humana y el tiempo, (García p. 38).  García nota tres novelas de mayor importancia en este periodo, “El otoño del patriarca” de Gabriel García Márquez, “El recurso del método” de Alejo Carpentier y “Yo el Supremo” de Augusto Roa Bastos.  En estas tres novelas el personaje principal es el dictador.

El dictador es humanizado por medio de ésta técnica pues no solo capta la tragedia que el dictador produce en la vida de otros sino la tragedia que produce en su vida misma.  La Novela Contemporánea penetra dentro de la mente del dictador para mostrarlo como un personaje inseguro y más humano.  La Novela Contemporánea de la dictadura también se caracteriza por la complicidad judicial a la represión del  pueblo.  Las leyes siempre están a favor del régimen.

2. La figura del dictador

El dictador de la Novela Contemporánea se caracteriza porque tiene poder todos los aspectos de la vida de su país.    El dictador continúa siendo brutal con sus opositores y emplea varios recursos para silenciarlos.  Aunque no esté totalmente al tanto de todo lo que sucede bajo su dominio, el dictador contemporáneo tiene gran habilidad para manejar y controlar su gobierno.

Aunque el dictador contemporáneo se declara un nacionalista que quiere defender los derechos del pueblo y el territorio nacional, todos terminan traicionando a su país a favor de los intereses extranjeros cuando ve su poder amenazado. El dictador contemporáneo o es parte y líder de o tiene fuertes vínculos con el ejército y la policía.  Otra vez el dictador cuenta con un grupo de matones eficientes y entrenados que solo le responde a él.

La sociedad en la Novela Contemporánea está dividida en castas o clases sociales donde el dictador siempre está a favor de los que tienen más poder.  Sin embargo, el dictador se declara a favor de las clases menos privilegiadas, aunque en realidad siempre los oprime y perjudica.  El dictador también domina y se enriquece a cuestas de una economía nacional dependiente, amenazada y atrasada.  Sin embargo, aunque el poder del dictador penetre en todo espacio de la vida de sus súbditos, los dictadores contemporáneos se ven amenazados por una oposición que gana fuerza.

3. Otros personajes 

García nota que la novela Contemporánea expone nuevos aspectos de la novela de la dictadura mediante los personajes que rodean al dictador.  Aunque ha habido muchos criminales que ayudan y sirven al dictador como Matasiete y el Juez de “El matadero” y Miguel Cara de Ángel en “El señor presidente” la novela contemporánea los desarrolla de una manera diferente, “obedecen al dictador porque éste sólo sirve para mandar…y ellos sólo son útiles para obedecer.  Pero son, al mismo tiempo, protegidos y protectores del dictador y a veces incluso substitutos de su propia personalidad,” (García, p.  177).  En “El otoño del patriarca” son su doble, Patricio Aragonés y Rodrigo de Aguilar, su ayudante militar.   El dictador es completamente dependiente de estos personajes en todo sentido y vive con el peligro de ser traicionado por ellos.  Estos personajes, por su parte odian al jefe al cual le prometen lealtad.

4. Técnicas narrativas

Para García, la novela Contemporánea introduce una nueva síntesis entre la realidad y la fantasía.  Aunque parta de un principio histórico, la novela Contemporánea se preocupa más por lograr una estética y no por servir de testimonio histórico.  Sin embargo, la fantasía sirve para darle al dictador un carácter general que lo acerca a la realidad en vez de alejarlo.  Los autores exageran el horror de la dictadura para producir una fuerte reacción en el lector, sin embargo, no es una conglomeración de los dictadores reales como lo son en la Novela Moderna.  En la novela Contemporánea el dictador es como un mito, donde lo terrible es magnificado.

Acerca de las técnicas narrativas, García acierta:

El dictador de la novela de García Márquez tiene una

inevitable vinculación con toda la novelística hispanoamericana

sobre el tema.  Conviene señalar tres puntos de contacto:  datos

históricos y literarios relativos al personaje de todo el poder, ubicación

del personaje en un ambiente material y espiritual hispanoamericano

y trasfondo cultural cristiano, que le proporciona un sentido

mesiánico, (García, p. 184).

El uso de los datos históricos y literarios le dan al dictador un matiz de generalidad que carecen de valor testimonial o histórico documental.  La figura del dictador es abstraída y exagerada que sin embargo no le quitan credibilidad al personaje.  La ubicación del personaje en un ambiente material y espiritual hispanoamericano hace que el personaje del dictador se vea como producto de una realidad precisa latinoamericana de pobreza, in civilización y dependencia.  Por otra parte, el trasfondo cultural cristiano le dan al Patriarca una semejanza con un dios.

5. “El otoño del Patriarca” (1974) Gabriel García Márquez

El Patriarca es un dictador brutal e instintivo.  Es vengativo y engañoso y tiene poder total sobre todas las personas de su país.  Es un gobernador que se encuentra solo y se encuentra dependiente de sus hombres de confianza.  Es un hombre militar y la ley siempre se encuentra a su favor.  Es semi-analfabeta, pero sin embargo logra ser extremamente inteligente en muchos casos.  Es ignorante y perjudica la cultura de su país, la cual está bajo su control.

6.  “La casa de los espíritus”  Isabel Allende

7.  “Cambio de armas”

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Obras Consultadas

Asturias, Miguel Ángel.  “El señor presidente.” Madrid: Cátedra, 2001.

Echeverría, Esteban.  “El matadero.” Madrid: Cátedra, 1997.

García, Juan Carlos.  “El dictador en la literatura hispanoamericana.”  Chile:

Mosquito editores, 2000

García Márquez, Gabriel.  “El Otoño del Patriarca.” Bogotá: Oveja Negra, 1982.

—“La soledad de América Latina.” 

Iriarte, Alfredo.  “Bestiario Tropical. Crónicas de Dictadores.”  Bogotá: Planeta

Colombiana Editorial, 1998.

Sarmiento, Domingo Faustino.  “Facundo, Civilización y Barbarie.  Vida de Juan

Facundo Quiroga.”

http://www.todo- argentina .net/biografias/Personajes/ jose_gaspar_rodriguez_ francia. htm

http://www.contenidos.com/historia/rosas/

http://www.analitica.com/bitblioteca/jvgomez/default.asp

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http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/publicaciones/publi_quepaso/porfiriodiaz.htm