Origen, temas y símbolos en Viaje a la luna Federico García Lorca

Laura Sesana

Origen, temas y símbolos en Viaje a la lunaFederico García Lorca

2004

Sólo el misterio nos hace vivir.

Sólo el misterio

– Federico García Lorca

 

Como muchas de las obras de Federico García Lorca (1898-1936), Viaje a la luna está rodeada por el enigma.   La obra que se discutirá a continuación fue el único guión cinematográfico escrito por el poeta y dramaturgo español.  Es una obra compleja y seductora, que al mismo tiempo horroriza y que ha suscitado un sinnúmero de interpretaciones por parte de la crítica.  En este ensayo, se hará una breve introducción al texto y la historia detrás de su composición.  Luego se analizarán sus posibles orígenes y las técnicas utilizadas.  Finalmente, se hará un análisis de los temas y símbolos encontrados en la obra y como éstos se ven reflejados en otras obras de Lorca.

Existe toda clase de preguntas y contradicciones alrededor de las fuentes, el propósito y temática deViaje a la luna.  Según Rafael Utrera, la Residencia de Estudiantes en Madrid, el cine de vanguardia[1] y el Cine-club Español tuvieron una gran influencia en la creación de Viaje a la luna (25).  La obra es escrita cerca del final de 1929 en Nueva York y pertenece al mismo ciclo de Así que pasen cinco añosEl público Poeta en Nueva York, etapa artística que marca el “final del neopopulismo y comienzo del surrealismo[2]; la renovación, en suma” (Utrera 60) en la obra de Lorca.  Según el artista gráfico mexicano, Emilio Amero, Lorca escribe la obra después de haber visto uno de sus cortometrajes, 777, sobre las máquinas y el movimiento (Mahieu 124). Muchos aciertan, incluyendo a Amero, que Lorca escribió el guión en un día y medio.

Viaje a la luna es publicado por primera vez en 1964[3] por Berenice G. Duncan, en inglés, en la revistaNew Directions.  Sin embargo, no parte del manuscrito original; esta traducción parte de una trascripción de Amero, la cual había sido alterada en especial en la división y numeración de las secciones (García-Abad 29).  Luego, en 1980 Marie Laffranque publica la primera versión en castellano.  Sin embargo, la edición de Laffranque tampoco cuenta con el manuscrito original, sino con fotocopias incompletas.  Finalmente, en 1994 Antonio Monegal publica la primera trascripción directa del manuscrito original.  El manuscrito original había sido perdido y se encuentra en 1989 en Oklahoma por la viuda de Amero, supuestamente en un cajón de una mesa de noche.  La viuda luego la vende a la Biblioteca Nacional en Madrid. Viaje a la luna es llevada a la pantalla en 1998 por Frederic Amat (Dennis 138).

Muchos de los primeros estudios que se hacen acerca de Viaje a la luna, como el de Virginia Higginbotham, “El viaje de García Lorca a la luna,” en el ejemplar número 254 de la Revista Ínsula de 1968, asemejan al guión de Federico García Lorca a la película de Luis Buñuel y Salvador DalíUn chien andalou (1929).  Al principio, muchos lo toman como una serie de imágenes inconexas y sin argumento (Menarini 213).  Para Frederic Amat, Viaje a la luna es “una traslación de la poesía en imágenes en movimiento que elude cualquier discurso narrativo” (189).  De Diego también ve muchas similitudes y guiños a la película de Buñuel, tanto en las imágenes de las hormigas, la luna, y el tema de la imposibilidad de sublimar el deseo (197).

La crítica parece concordar en que aunque Lorca sabía sobre el estreno de Un chien andalou en París en 1929, y hasta había leído el guión (García-Abad 28), no había visto la película cuando escribió Viaje a la luna.  Por otro lado, Muchos teorizan que la película surrealista de Buñuel y Dalí es un ataque personal contra Lorca (Utrera 30).  García-Abad afirma que en una de las tertulias que frecuentaba Lorca en Nueva York, Lorca comenta, “Buñuel ha hecho una mierdesita así de pequeñita que se llama Un perro andaluz, y el perro andaluz soy yo” (28).   Dado esto, muchos piensan que Viaje a la luna es una respuesta a Un chien andalou (Monegal 13)

No obstante, en este punto difiere la crítica.  Según Mahieu, el insulto de “perro andaluz” no es solamente dirigido a Lorca, sino a los habitantes de la Residencia de Estudiantes en Madrid, donde se conocen Lorca y Buñuel  (121).  Mahieu acierta que Dalí y Buñuel “llamaban así a los ‘perros andaluces,’ a los béticos de la Residencia, poetas simbolistas insensibles a la poesía revolucionaria de contenido social preconizada por Buñuel, quizá antes que nadie en España” (121-122).  Mahieu asimismo aclara que el insulto no era solamente dirigido a Lorca, como piensan muchos críticos.

Otros críticos han visto distintas raíces de Viaje a la luna.  En su artículo “Gilberto Owen y Federico García Lorca viajan a la luna,” Guillermo Sheridan teoriza que puede que Lorca hubiera escrito Viaje a la luna como una colaboración, así sea sin saberlo, con el poeta Gilberto Owen (1904-1951).  Según Sheridan, existen demasiadas coincidencias entre ciertos poemas de Owen y las escenas de Viaje a la luna (21).  La hipótesis de Sheridan es muy interesante y las pruebas que demuestra son convincentes, sin embargo, no se pueden comentar más dada la extensión de este trabajo.  No obstante, Owen resalta otras posibles raíces del guión de Lorca que merecen ser comentadas.

Sheridan menciona que en 1929 en Coney Island hay un espectáculo del mismo nombre, “Trip to the Moon” (17).  El espectáculo de Coney Island consistía de una mezcla entre efectos especiales rudimentarios y teatro.  Los espectadores viajaban a la luna, hecha de queso azul, y eran recibidos por hombres lunares (Stanton).  Sheridan ve en el parque de diversiones de Coney Island la raíz de la gente que vomita[4] y la escena de la montaña rusa en Viaje a la luna (17).  Por otra parte, Antonio Monegal ve en Viaje a la luna un reflejo de lo que siente Lorca al viajar a América, en especial la cuidad de Nueva York “Para Lorca el viaje a Nueva York debe haber sido como un viaje a la luna, a un mundo desconocido y ajeno, donde se enfrenta a ese paisaje desolado, deshumanizado, en el que crecen <<nardos de angustia dibujada>>” (13).

Se han hecho varias interpretaciones de la temática y argumento de Viaje a la luna.  Como se ha dicho, algunos de los primeros críticos en analizar la obra no miran más allá que la aparente similitud con Un chien andalou e interpretan el guión como una secuencia de imágenes sin relación alguna.  Sin embargo, Un chien andalou es una obra surrealista, pero según Monegal y Menarini, Lorca no era un artista completamente surrealista (Monegal 13) (Menarini 222). Por otra parte, Marie Laffranque lo interpreta como “un argumento muy sencillo: choque inicial, búsqueda angustiada del amor sexual a través de tres intentos o  experiencias frustradas, desilusión final y muerte” (Menarini 213) (Utrera 65).  Por su parte, Felicia Hardison ve el guión como una forma de expresar la homosexualidad de una forma indirecta (103).  Muchos críticos consideran la obra como la preocupación de Lorca por la identidad sexual y el deseo,

Los símbolos que aparecen, desde el traje de arlequín hasta los peces                                     agónicos, sugieren la crisis de identidad de un muchacho expresada por                                     medio de un clima angustioso en el que predomina la violencia y la                                     sexualidad (Utrera 64-65).

Cualquiera que sea el caso, en Viaje a la luna se puede distinguir una variedad de mitos, símbolos ya presentes en la obra de Lorca, especialmente en El Público y Poeta en Nueva York, y se pueden entrever ciertos comentarios acerca de la expresión, la poesía, el amor, la sexualidad y la muerte.

El guión muestra la maestría de las técnicas cinematográficas del momento por medio del uso de la superposición de planos, las imágenes que se diluyen, y el uso del blanco y el negro que emplea Lorca.  Inclusive al comparar el guión con obras escritas en el mismo periodo, Así que pasen cinco años, Poeta en Nueva York El público, con las que comparte varios temas y símbolos, Viaje a la luna muestra una gran diferencia en cuanto a la técnica.  El guión es una obra de singular importancia pues Lorca, como en sus dibujos, abandona la palabra como vía de expresión, optando por el discurso exclusivamente visual.  En Viaje a la luna, el autor elige por el estilo del cine mudo, queriendo dedicar su atención únicamente a las imágenes visuales.  La obra en cuestión manifiesta una gran diferencia a la poesía, donde se depende únicamente del lenguaje escrito e incluso del teatro, donde existe una mezcla del lenguaje hablado con imágenes visuales.  Parece que por medio de las imágenes, Lorca quiere comunicar lo que no puede articular por medio de las palabras.

Tanto para Dennis como para Monegal, la mano que arranca los paños de la cama en la sección 2 representa la apertura del telón en el teatro (Dennis 142).  La cama, por ende, se puede ver como el lugar donde se desarrolla la creación artística.  La cama, para Dennis

Es, a la vez, lugar de encuentros (y desencuentros) sexuales y lugar de                                     sueño: un escenario onírico en que se hacen presentes los sueños, miedos                                     y complejos del que se duerme, todos codificados según las normas del                                     subconsciente y la simbología particular del que escribe (142).

La cama, pues, adquiere el carácter de escenario para lo que se presentará a continuación, un mundo de sueños.  Los números 13 y 22, por su parte simbolizan dos edades que se representan en el guión (Amat 191).    Estos dos números aparecen ya en Suicidio en Alejandría (Utrera 74).  Estas edades pueden simbolizar dos etapas en la evolución sexual de un hombre.

Según Nigel Dennis, la obra de Lorca, en especial la obra realizada entre 1927-29 está marcada por el tema de la dificultad de autor para comunicarse con su público (138-139).  Monegal también nota en las obras escritas en Nueva York están punteadas por “el desafío de la escritura” (13).  De Diego escribe acerca del tema de la expresión en Viaje a la luna, “la producción de García Lorca es una persecución sin tregua no del deseo, sino del modo de articularlo, de la escenografía textual del deseo” (197). Dennis ve en Viaje a la luna una profundización de Lorca en el tema de la incomunicación y  destaca los planos:

20

Cabezas de niños que cantan llenas de manchas de tinta.

21

Un plano blanco sobre el cual se arrojan gotas de tinta.

(Todos estos cuadros rápidos y bien ritmados.)

Aquí un letrero que diga: No es por aquí…

Refiriéndose a un antiguo ensayo propio, “Lorca y la crisis,” Dennis afirma que para Lorca los niños simbolizan la voz no-adulterada por la experiencia y representa una voz  que puede expresarse patentemente (139).  Según de Diego, los niños representan la salida de un lugar de sueño (198).  Para Dennis, en esta escena Lorca formula su inhabilidad de expresarse, pues el tiempo ha corrompido esa inocencia y habilidad de comunicación natural de la infancia.  Esto puede ser visto por las manchas de tinta que “ensucian y desfiguran la imagen de la inocencia” (Dennis 140).  La aparición del letrero y las gotas de tinta apuntan a la visión de Lorca de la imposibilidad de expresarse a través de la escritura, tema presente tanto en los primeros poemas de Lorca como en aquellos de Poeta en Nueva York (Dennis 140-141).

Como la mayoría de la crítica, Dennis opina que Viaje a la luna no empieza hasta la sección 30, con el letrero que anuncia el viaje a la luna.  Para Dennis, entonces, la escena de los niños y el comentario sobre la escritura tienen una función de prólogo.  Aquí Dennis ve una similitud entre este prologo cinematográfico y el poema “Vuelta de paseo” de Poeta en Nueva York, “que sirven para aclarar o contextualizar lo que sigue” (142).  Por consiguiente, en esta especie de prologo Lorca refuta la idea de poder expresarse por medio de la escritura a favor de la expresión visual (Dennis 142).   Por otra parte, este flujo de imágenes eróticas, violentas y repulsivas representan una liberación del arte de Lorca por medio del alejamiento de la poesía escrita (Hardison 106).

En la obra de Lorca se pueden ver numerosos símbolos, referencias mitológicas y el desarrollo del tema de la identidad sexual y la muerte.  Menarini ve una estrecha cercanía entre Viaje a la luna y lasMetamorfosis de Ovidio en la medida que en la obra de Lorca tanto como en la de Ovidio, la metamorfosis de los cuerpos y las almas es constante y se está en una búsqueda perpetua de la inmutabilidad (222-223).   No obstante, Menarini ve una diferencia entre el carácter y dirección de la mutabilidad en Ovidio y en Lorca.  Mientras para Ovidio la metamorfosis funciona como una vía hacia el ascenso, Lorca invierte este sentido en Viaje a la luna y la metamorfosis “parece identificarse con la pérdida o renuncia a su propia identidad” (Menarini 223).  Para Lorca parece que la mutabilidad es un tipo de muerte y la metamorfosis no es algo positivo sino algo perjudicial.

El símbolo de la luna es uno que según Utrera aparece más de doscientas veces en la obra de Lorca y por ésto tiene una variedad de sentidos a lo largo de la obra del dramaturgo y poeta.  En Bodas de sangre yCanción para la luna, la luna se asocia con la muerte; en Poema del cante jondo se relaciona con el erotismo; asociaciones que se pueden ver reflejadas en Viaje a la luna (Utrera 70).  Menarini también ve una referencia a lo que su puede llamar un mito lunar.  Según Menarini, existen tres escenas, la 30, 31 y 70, que recuerdan el mito de Hecate[5] por medio de la combinación de los símbolos de las viudas, la tumba, el llanto y la luna (223-224).  El uso del nombre Elena, apunta a la connotación femenina de la luna en la obra (Menarini 224).  La Elena de la obra no es un personaje sino que representa la luna y el arquetipo femenino.

Menarini apoya su tésis de que el viaje a la luna tiene que ver con el viaje de las almas después de la muerte por que el título aparece en el plano 30, justo después de dos muertes simbólicas que se dan por asfixia (227).  La primera muerte es la del joven en traje de baño en el plano 25, el cual es estrangulado por un hombre más viejo simbolizando la muerte del amor homosexual (Menarini 228).  El hombre de la bata blanca representa al padre, al médico, a la sociedad, que le impone un disfraz (de heterosexualidad) al joven (de Diego 198).

El hombre de la bata blanca, símbolo de la sociedad, tapa la boca del joven, privándolo así del lenguaje y la habilidad de expresarse, según de Diego (198).  La segunda muerte es la de un pez fuera del agua y ocurre en el plano 28.  Menarini relaciona la muerte del pez con una muerte sexual (228) y homosexual dado el sentido fálico del pez (230).  El pez es otro símbolo que aparece en otras obras de Lorca como El público, en el cual aparece el “pez luna” y en el guión simboliza la dualidad entre la muerte y la fecundidad (Utrera 72-73).  Dado esto, Menarini arriba a dos conclusiones: el viaje metafórico de las almas a la luna  ocurre después de la muerte del amor homosexual  y el viaje consiste del joven en traje de baño adquiriendo toda clase de identidades diferentes y que todos los personajes masculinos son en efecto el primer personaje asesinado (228).  Según de Diego, este viaje es motivado por el deseo (195-200).

Por consiguiente, según Menarini, en contraste con Ovidio, el personaje no alcanza ninguna elevación de su viaje a la luna, puesto que el personaje tampoco consigue satisfacción en el amor heterosexual con la muchacha vestida de blanco.  A raíz de ésto el hombre de las venas trata de matar a la muchacha y luego aparece muerto (229).  Antes del intento de asesinato, como en el principio, también aparece la muerte de un animal simbólico, una rana en el plano 52. Para Menarini, la rana también simboliza una muerte sexual, pero en este caso, heterosexual (230).   El asalto del hombre vestido de arlequín contra la muchacha se puede interpretar como la frustración que siente el muchacho ante la imposibilidad de una relación heterosexual (Dennis 145).

En el momento en que expresa su frustración, el hombre de las venas se arranca su disfraz, símbolo de la heterosexualidad y la mujer se transforma en un busto, un objeto.  En la opinión de Hardison, las venas aparecen en muchos de los poemas, dramas y dibujos de Lorca y representan la muerte en vida y la homosexualidad velada (108).  Para de Diego, las venas representan la latencia (199).  Según Dennis, es solamente a través de este objeto, representante de la “mujer lunar arquetípica,” que el hombre logra el clímax sexual,  representado por los grifos del plano 66 (145).  Así, para el hombre de las venas, el homosexual disimulado, el abrazar al busto de la mujer representa el fingir la heterosexualidad.  Sin embargo, solo hace contacto con un objeto y no con otro ser real (Hardison 108).

Las escenas de la gente vomitando, en particular la escena del bar, suscitan interpretaciones interesantes y diferentes.  Como se dijo anteriormente, para Sheridan, pueden representar el mundo del parque de diversiones en Coney Island, no obstante

el vómito es el recurso varias veces manejado como eficaz expresión de la                                     repulsión sentida por el discurrir de la vida, de la ciudad; tal vez sea el                                     precedente de “Paisaje de la multitude que vomita” (Anochecer en Coney                                     Island) de Poeta en Nueva York, donde personalmente dice “yo, poeta sin                                     brazos, perdido entre la multitud que vomita” (Utrera 74).

de Diego ve en el acto de vomitar un “acto asocial por excelencia que intentan remediar pero no pueden” (200).  Para de Diego, con esta escena Lorca expresa su rechazo de lo socialmente aceptable (200), como el hombre de las venas que se desenmascarará, Lorca trata de desenmascarar a    sus personajes y mostrar su real identidad, no una identidad construida a base de normas sociales.

Según Menarini, después de la segunda muerte (esta vez del amor heterosexual) el joven empieza otro viaje a la luna, dándole a la obra un carácter cíclico (229) y ejemplificado por la aparición de la luna en el último plano.  Por otro lado, según Dennis, aunque la obra es cíclica, el énfasis está puesto en otro lado.  Para Dennis, el hombre de las venas muere al consumar su deseo erótico y no es el plano de la luna sino el plano de la cama que aparece también al final el que le da el carácter cíclico a la obra (145-146).

Para Menarini, todo esto significa que para Lorca el viaje a la luna representa la búsqueda de las almas luego de haber dejado el cuerpo.  La forma definitiva es algo que nunca logran.  Al desenvolver esta idea, Menarini piensa que Lorca está tratando de decir que la búsqueda del amor sexual por medio de la mujer conduce a la muerte (226).  Similarmente, Dennis ve el viaje a la luna como “el recorrido del deseo- del deseo erótico, quizá del deseo prohibido- que conduce no a la consumación feliz sino a la frustración y a la muerte” (143).  Parece que en su guión Lorca trata de expresar su identidad sexual y sus ideas acerca de la posibilidad de encontrar la plenitud para un hombre homosexual en la sociedad del momento.

En cuanto al final, Dennis destaca que la escena final de la luna se contrapone a la anterior, “plano de un beso cursi de cine con otros personajes” (71).  El plano 71 se hace una burla al cine de Hollywood y la idea de un final feliz donde se consuma el amor.  Según Dennis, al seguir este plano con el plano final de la luna, Lorca subvierte la idea de un “happy ending” diciendo así que el amor es inalcanzable y su búsqueda fúnebre (143).  No obstante, de Diego asegura que es realmente un final feliz porque la muerte significa la liberación del deseo y ve en el beso final una clase de muerte aliada al placer (201).

En Viaje a la luna se pueden entrever varios temas presentes en La casa de Bernarda Alba.  Como en la obra de teatro, en Viaje a la luna la identidad sexual y el deseo son algo latente y algo que no pueden expresar los personajes, pues su deseo no es aceptado por la sociedad.  Para el muchacho en traje de baño como para Adela, la búsqueda del amor conduce a la muerte.  La figura de la sociedad, Bernarda Alba, también se  puede identificar en la figura del padre que asfixia al muchacho en traje de baño.  Parece que para Lorca, su identidad fue una preocupación que lo acompañó por muchos años y se puede ver manifestada no sólo en Viaje a la luna y La casa de Bernarda Alba, sino en numerables otras obras.

Viaje a la luna es una obra que le da nuevas dimensiones a un artista multifacético.  La historia del manuscrito mismo es intrigante y provocativa.  Como único guión cinematográfico de Federico García Lorca, manifiesta la habilidad del autor para adaptarse a diversos géneros, técnicas y estilos.    Viaje a la luna es una obra colmada de símbolos y contenidos que reflejan las preocupaciones tanto personales como artísticas de su autor.  La obra dialoga con varias otras obras tanto propias como de otros escritores, artistas y cineastas.  Lo más intrigante y encantador de la obra es que está abierta a toda clase de interpretaciones e invita al lector/ público a crear sus propias conclusiones y significados.

 

 

 

Bibliografía

 

Amat, Frederic.  “Notas de Viaje a la luna.”  Revista de occidente.  211 (diciembre 1998): 189-194.

 

Aragonés Escobar, Beatriz.  “Surrealismo.”  Breve historia del Arte. Spanisharts.com.  <http://www.spanisharts.com/history/del_impres_s.XX/arte_sXX/vanguardias1/s urrealismo.html>

 

de Diego, Estrella.  “Dar algo que uno no tiene.”  Revista de occidente.  211(diciembre 1998): 189-194.

 

Dennis, Nigel.  “Viaje a la luna: Federico García Lorca y el problema de la expresión.”  Revista canadiense de estudios hispánicos.  25.1 (fall 2000): 137- 149.

 

García-Abad García, Maria Teresa.  “Viaje a la luna: del texto ÓΣTOAKON a la imagen onírica.”  Anales de la literatura española contemporánea.  26.1 (2001): 27-41.

 

García Lorca, Federico.  Viaje a la luna. Revista de occidente.  211 (diciembre 1998): 189-194.

 

Hardison Pondré, Felicia.  “Lorca in Metamorphosis: His Posthumous Plays.”  Theatre Journal.  35 (1983): 102-108.

 

Mahieu, Jose Agustín.  “García Lorca y su relación con el cine.” Cuadernos hispánicos. 433 (Julio/ agosto): 119-128.

 

Menarini, Piero.  “Una interpretación mitológica de Viaje a la luna.”  Federico García Lorca e il suo tempo: atti del congresso internazionale.  Parma: 27-29 de abril 1998: 213-232.

 

Monegal, Antonio.  “Misterio y destino de un guión: Viaje a la luna, de Federico García Lorca.”  Ínsula.  592 (abril 1996):13-15.

 

Saunders, Chas y Peter Ramsey.  “Hecate.”    Greek Mytholigy: The Classical Gods. 

Godchecker.com.

<http://www.godchecker.com/pantheon/greek-mythology.php?deity=HECATE>

 

Sheridan, Guillermo.  “Gilberto Owen y Federico García Lorca viajan a la luna.”  Vuelta.  22.258 (mayo 1998): 16-22.

 

Stanton, Jeffrey.  “Coney Island – Nickel Empire (1920′s-1930′s).”  Coney Island History  Site.<http://naid.sppsr.ucla.edu/coneyisland/articles/nickelempire.htm 

 

Utrera, Rafael.  García Lorca y el cinema.  Sevilla: Imprenta Sevillana, 1982.


[1] Las películas de vanguardia son definidas como “aquellos que no suelen tener acogida en los circuitos comerciales y suponen un rechazo sistemático del público que entiende el cinema como un espectáculo sólo válido para el entretenimiento” (Utrera 22).

[2] “El Surrealismo trata de plasmar el mundo de los sueños y de los fenómenos subconscientes. Este sector recóndito del ser humano se considera apto para el análisis artístico. Breton intenta descubrir las profundidades del espíritu. Así lo pone de relieve en su Primer Manifiesto del Surrealismo (1924): “Creo en el encuentro futuro de esos dos estados, en apariencia tan contradictorios, como son el sueño y la realidad, en una especie de realidad absoluta, de surrealidad”. El Surrealismo no sólo afectó al mundo de la pintura, sino también al cine, la fotografía, el teatro, la poesía… . El resultado es un mundo aparentemente absurdo, alógico, en el que los fenómenos del subconsciente escapan al dominio de la razón.” (Aragonés Escobar).

[3] Según Rafael Utrera, la traducción de Duncan aparece por primera vez en 1963 en un artículo de Richard Diers, “A film script by Lorca,” publicada en Windmill Magazine (60).

[4] El significado del vómito en la obra de Lorca se discutirá a continuación.

[5] Hecate es la diosa griega que salva a Persephone de Hades.  Tiene tres cabezas, la de un perro, una serpiente (o león)  y un caballo, y cada cabeza cuida de una de las tres carreteras que se convergen donde vive.  Estaba asociada con la luna y ha sido asociada con la brujería incorrectamente (Saunders & Ramsey).

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